miércoles, 27 de agosto de 2008

El incendio, un delito



Otro verano más el fuego está siendo noticia, y un hecho cierto en Galicia, concretamente este mes de agosto varios incendios arrasaron hectáreas de montes en la provincia de Lugo, el último en el municipio de Folgoso de O Courel.

En principio no vendría mal recordar que nuestro Código penal regula en el artículo 351 y siguientes los delitos de incendio y dice:

El Artículo 351. “Los que provoquen un incendio que comporte un peligro para la vida o integridad física de las personas, serán castigados con la pena de prisión de 10 a 20 años.(…).

Y el Artículo 352. “Los que incendiaren montes o masas forestales, serán castigados con las penas de prisión de uno a cinco años y multa de 12 a 18 meses.
Si ha existido peligro para la vida o integridad física de las personas, se castigará el hecho conforme a lo dispuesto en el artículo 351, imponiéndose, en todo caso, la pena de multa de 12 a 24 meses”.

Desde luego, una vez producido el incendio sólo queda intentar apagarlo lo antes posible, ahora bien, los incendios no sólo se apagan en verano, y muchos podrían ser los factores determinantes que provoquen que el monte se queme y no se está haciendo todo lo posible.

El otro día al escribir sobre el Pedáneo, os decía como en las aldeas de Lóuzara, están los caminos llenos de maleza, hoy apunto que serían unos cortafuegos estupendos teniéndolos limpios, además de poder transitar por ellos sin dificultad, también revalorizarían las fincas y la abundante madera de castaño que da pena verla abandonada y tan alejada del medio de transporte.

Estos días pasados pude estar en contacto y conversar con gentes de la tierra, tanto de Lóuzara como de O Courel, ambas zonas situadas dentro del área de influencia de la red Natura 2000, en cuyas dispersas aldeas habitan jubilados, que gracias a su pequeña pensión y el cultivo de su huerta están saludablemente entretenidos ocasionando un importante ahorro a la Seguridad Social y beneficio a la sociedad, pues con ello evitan o retrasan el ser dependientes de terceros y de coleccionar recetas y visitas al ambulatorio.

A éstos jubilados, debemos añadir las familias que viven de su ganado y de los productos del cultivo de sus tierras, tales como hortalizas, patatas y demás, pues bien, estos cultivos están siendo arrasados en la noche por manadas de Jabalíes, parece ser que no sirven las cercas de las fincas, no sirven los espantajos, unos vecinos de O Courel me comentaban hace días que algunos labradores habían optado por poner el pastor eléctrico para así ver si podían combatir al enemigo “El Jabalí”, y no hablemos del daño que les hacen los corzos en nuevas plantaciones y las gallinas deben tenerlas encerradas porque las rapaces se las llevan.

Todo lo anterior es un problema y alguien debería buscar alguna solución, distinta al fuego, claro, porque quemar el monte está tipificado como delito y, desde luego no deberían quedar impunes esas conductas que atentan contra el Medio Ambiente y contra la seguridad colectiva.


Carmen marcos Nuñez

No hay comentarios: