viernes, 19 de diciembre de 2008

Para emprendedores

Estoy segura que muchos de vosotros podéis sentir el hastío y la frustración en vuestro trabajo, vais con desgana cada mañana y cuestionáis todo lo que el jefe o encargado de vuestra empresa dispone u organiza, en una palabra, estáis hartos.

Cuantas veces habéis puesto en duda la capacidad del dueño para llevar el negocio, pero solo os quejabais, no hicisteis nada por cambiar la situación, aún a pesar de no estar motivados, de no sentiros a gusto en vuestro trabajo.

Hoy sin embargo, llegó el día, ya no tendréis que madrugar, no tenéis que aguantar más órdenes injustas y contradictorias, no tendréis que sentiros insatisfechos porque ya la empresa cerró, ese jefe que la dirigía la llevó a la quiebra y nos mandó a engrosar las listas del paro.

Pues sí, ya somos parados, cobrando de momento una percepción por desempleo que apenas dará para llegar a fin de mes y que no será indefinida.
Ante un panorama así, quien tiene capacidad para pensar con lo que tenemos encima, pero aún así, continuamos lamentándonos y culpando de nuestros males a los jefes y a los políticos.

Y digo yo, quizás sería bueno que ésta jugada del destino no la viéramos como una tragedia, sino como una oportunidad en la vida.

Seguro, que a lo largo de nuestra trayectoria laboral como asalariados, más de uno, cuestionó al jefe, sus decisiones y su forma de gestionar el negocio??.

Pues bien, quizás llegó el momento de no quedarse en casa lamentando nuestra mala suerte y echando maldiciones a los que creemos causantes de nuestra ruina personal y económica, dejemos de considerarnos las víctimas y hagamos nuestra aportación a la sociedad.

Empecemos por recuperar las ideas que algún día acariciamos para hacer realidad un sueño, un proyecto, nuestro proyecto, quizás ahora sea el momento de ponerlo en marcha, total nada tenemos que perder y no debemos quedarnos esperando que otros decidan nuestro futuro.

Teniendo la idea y la voluntad de ponerla en marcha, pasaremos a analizar el capital que necesitamos y que recursos tenemos.
Según está la situación financiera, será difícil contar con las entidades bancarias, más vale que pensemos en nuestros propios ahorros y, en un país tan protector como el nuestro, agudizando el ingenio, seguro que podemos encontrar la ayuda de la familia, padres, abuelos, hermanos y demás, obteniendo así financiación muy rentable y préstamos de dinero sin interés.

Llegados a este punto, tendremos que ver que trámites o requisitos son necesarios para poner en funcionamiento un negocio y para ello debemos conocer las distintas formas Jurídicas dentro de un marco legal por ejemplo:

Empresario individual, Comunidad de Bienes y Sociedad Civil, Sociedad Mercantil o Sociedad Cooperativa.

Pero además tendremos que valorar, dependiendo del tipo de negocio o empresa que pretendemos montar, en principio el darle la forma menos costosa y más rentable, conociendo ventajas e inconvenientes, entre las distintas formulas jurídicas y la constitución, fiscalidad e impuestos de las mismas.

Una vez decidido el tipo de negocio y la forma jurídica tenemos que pensar en los trámites que debemos realizar, por ejemplo necesitaremos, un piso, nave o local, lo que necesariamente implica una compra o un alquiler, y avales, así como el tipo de contrato que regule las condiciones.

También para iniciar una actividad, será necesaria la obtención de las correspondientes licencias, la declaración censal y demás trámites que serán distintos según la fórmula elegida, espero poder contaros algo de cada cosa.

Desde luego, existen profesionales y gestorías que estarían encantadas en realizar todos esos trámites, pero para abaratar costes, podemos hacerlo perfectamente nosotros, total, tiempo libre tenemos mucho, (no olvidemos que de momento solo somos parados), y en los distintos organismos, tanto, Notaría, Agencia Tributaria, Seguridad Social, Registros, Ayuntamiento, etc., estarán encantados de ayudarnos a rellenar los distintos formularios, solicitudes y tasas, solo tenemos que ser pacientes y esperar turno, así, mientras esperamos nos hacemos a la idea que muy pronto nos convertiremos en empresarios, seremos nuestros propios jefes.


Carmen Marcos Núñez.

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