sábado, 18 de abril de 2020

Recuerdos de la Infancia




RECUERDOS DE LA INFANCIA

No sé si os pasará lo que a mí, que en este estado de confinamiento en casa, están aflorando a mi memoria pequeñas historias de la infancia que permanecían dormidas y olvidadas, hoy  recordando  aquellas oraciones que me ensañaron de niña, que por falta de práctica y con el paso del tiempo se me fueron olvidando, intenté recordar en voz alta los 10 Mandamientos de la Iglesia Católica.

De pronto mi padre, un hombre que nació en el siglo pasado, concretamente en el año 1932 me dice, “cuando yo era niño también me aprendieron otros mandamientos, seguro que tu no los sabes” y se puso a decirme:

“El Primero: Nadie vive sin dinero.

El Segundo: Nunca así se ha visto el mundo.

El Tercero: Hoy se queja el mundo entero.

El Cuarto: Con la ración que nos dan nadie vive harto.

El Quinto: Todos tenemos que apretar el cinto.

El Sexto: Mal estoy y peor me pongo si protesto.

El Séptimo: No hurtar, de las malas que pasamos ahorrado es preguntar.

El Octavo: No levantar falso Testimonio ni mentir.

El Noveno: Si esto no se acaba quién podrá resistir.

El Decimo: No codicies los bienes ajenos, los grandes viven bien siempre,  lo peor somos los menos.

Estos diez mandamientos  se encierran en dos,  el día que se acabe esto daremos gracias a Dios”.

Pues no, la verdad es que a lo largo de mis sesenta y tantos años nunca los había oído, es bien cierto que siempre se aprenden cosas nuevas y por lo que veo, estas ya se decían en el siglo  pasado y posiblemente en el anterior.

No  resistí la tentación de pedirle a mi padre que me los repitiera,  para copiarlos  y ponerlos en el Blog, por si alguno se asoma a esta ventanita y los lee, verá que en parte se adaptan  a la situación actual que estamos viviendo y por lo visto algunas cosas no cambian nunca.

Cuidaros mucho todos, un abrazo.

Carmen Marcos


3 comentarios:

Valentín dijo...

Muchas gracias por compartir con nosotros la sabiduría práctica de tu padre que adaptó los mandamientos a su realidad. No me gustan ni los mandamientos de la ley de Dios ni los de la Iglesia católica ni el Credo que tiene el catecismo. Creo, como los budistas, que el mundo te devuelve lo que le das y hay que hacer por los demás lo que te gustaría que hicieran contigo.

Estudio Jurídico Marcos dijo...



Gracias compañero por asomarte a esta ventanita y dejar tu comentario.

Me parece una buena Filosofía de vida, y yo apunto un dicho popular y otra reflexión:

"Eres lo que haces no lo que dices que haces".

Espero verte pronto cuando termine este confinamiento

Un abrazo virtual.

Carmen Marcos

Maria L dijo...

Que grande tu padre, así salió la hija. Gracias por compartir estas vivencias son una riqueza. Dios te lo guarde mucho.
Te mando un bico muy grande desde La Coruña.
Mary